VIAJE A SEVILLA 3 PARTE

Nuestro último día fue con diferencia el más caluroso, nos levantamos y nos fuimos a desayunar al bar de la esquina, habíamos ido los últimos días y las tostadas estaban buenas lo que no acabo de entender como alguien se puede tomar el café ardiendo con el calor que hace..
Después nos dirigimos al centro y visitamos el barrio de Triana, hicimos una visita guiada la verdad es que nos explicaron cada uno de los rincones del barrio, también pudimos visitar un patio tradicional y acabamos en la calle más emblemática donde nos recomendaron algunos bares donde comer, nosotras elegimos un sitio bastante tradicional a la par que concurrido y os tengo que decir que a la cual estaba más buena y los postres eran de otro mundo, luego fuimos andando hasta la giralda donde ya nos despedimos de esta parte de ciudad y nos dirigimos a la plaza España, un sitio que nos sorprendió, también nos paseamos por el parque Maria Luisa y nos sentamos en un banco a tomarnos un granizado 
Nuestra aventura estaba llegando a su fin, Sevilla nos había sorprendido gratamente, su gente abierta, su comida, sus calles escondidas, el murmullo de sus fuentes y el sonido de sus guitarras, Sevilla seguramente es mucho más, he tenido la suerte mi anterior vez de visitarla de la mano de una gaditana afincada de Sevilla por lo que vi la Sevilla menos turística y más autentica, esta vez Cuca estaba fuera y no he tenido la suerte de contar con su presencia pero si os puedo decir que le palpado la ciudad y el arte que tienen sus gentes y también me he quedado con ganas de más, con la pena de saber que mis vacaciones en agosto me hacen casi imposible volver y que solamente lo podré hacer arañando algún puente.
Creo que cuando voy a un sitio me gusta empaparme de lo más autentico, he estado bastante veces en Andalucía (tengo familia en Cadiz) recuerdo con añoranza algunos veranos en Ayamonte cuando íbamos a Cadiz a ver a mis primos y allí pasábamos largas jornadas en la playa, sin preocupaciones, ajenos a todo y felices, principalmente felices, luego en invierno tirábamos de correspondencia, no me acuerdo que nos explicábamos pero con mis primas nos escribíamos todos los meses hasta que en verano si había suerte nos volvíamos a ver pues la que iba de vacaciones era mi tía con mi abuela y no todos los años me llevaban, el andaluz era el marido de mi tía por lo que a mi me acostumbraban a llevar por que me portaba bien, para quitarles trabajo a mis padres y seguramente por que les hacía compañía, incluso un año me vestí de gitana para ir a la romería, un vestido amarillo, con un pañuelo azul cielo, a veces parece increíble lo que llega a jugar con nosotros nuestra memoria, hay tantas cosas que tenía olvidadas en mi memoria y al pisar Sevilla se han despertado, quizás el ambiente, quizás las tapas o puede que la forma en que pasa el tiempo pero me han venido muchas cosas de mi niñez y mis veranos en mi dormida memoria, la última vez que estuve en Cádiz en verano fue hace diez años.
Los días han pasado volando, pero volvemos a casa contentas y muy cansadas, con ganas de más, pero se tiene que volver a la rutina,ya va haciendo falta par ir pensando donde será la próxima aventura 
El taxi nos vino a recoger puntual y nos dejo en el aeropuerto en hora, pasamos los controles, y nos encontramos con que el avión salia con una hora de retraso, para variar, avisamos a Nico, era quien nos tenía que recoger en el aeropuerto y el que se estuvo esperando durante dos horas a que llegáramos,  al final entre una cosa y la otra a las cuatro de la noche nos poníamos a dormir por suerte el día siguiente era fiesta 

Comentarios

  1. ¡Hola!
    Sin duda Sevilla no solo tiene un color especial, se por experiencia, que todo lo que esconde esas majestuosa ciudad es especial.
    Yo hace mil que fui, y no sabes las ganas que tengo de volver. Aunque y cruzo dedos, ya tengo más o menos pensado ir el siguiente año.
    He estado también en Cádiz, y al ser ciudades completamente distintas, si tienen cosas en común, o eso a mi me pareció, así que entiendo perfectamente que ese viaje a Sevilla despertase recuerdos de tu niñez.
    Celebro horrores que disfrutases tanto de tu viaje, aunque lo del retraso, se por experiencia, que es algo engorroso. Suerte que pudisteis descansar al día siguiente.
    Besotes

    ResponderEliminar
  2. Para mi no hay nada mejor que volver agotada de un viaje, porque significa que has aprovechado a tope. Es una ciudad muy bonita y no me extraña que repitas cada cierto tiempo, bss!

    ResponderEliminar
  3. Hola guapa, yo he estado varias veces en Sevilla y creo que es un lugar maravilloso para perderse en invierno, la temperatura es ideal! no he ido nunca a Cadiz pero deberia porque todo el mundo habla maravillas! besos

    ResponderEliminar
  4. Que de recuerdos de cuando podías ir de un lado a otro y ahora ver como la estamos pasando, añoro los días en que podía hacer más planes todos estamos rogando a que este virus nos dé tregua.

    ResponderEliminar
  5. Es cierto que algunas veces pequeñas cosas nos recuerdan aquella niñez tan especial, y Sevilla es maravillosa con ese encanto y esa alegría en cada esquina. También es cierto que el tiempo pasa rápidamente por eso los recuerdos nos ayudan a ralentizarlo un poco. Besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por comentar esta entrada! muxus