FIN DE SEMANA GASTRONÓMICO

Después de muchos meses ha llegado el fin de semana, llevamos muchos meses programando este fin de semana, periódicamente vamos a celebrar nuestro cumpleaños, junto con otros amigos en un restaurante con unas pocas estrellas michelín, la verdad es que esta vez, después de comentarlo a mis amigos les propuse a nuestros amigos de Madrid si querían venir, ellos no se lo pensaron dos veces y nos dijeron que si. Eso era el mes de julio pero teníamos claro que en febrero teníamos una cita culinaria.

Lo que nos pensábamos que iba a tardar un siglo en llegar, ya ha pasado, los meses han pasado volando, y todo este tiempo que hemos estado con ansia esperando para vernos, ya estamos planeando volvernos a ver en diciembre.

Esta vez Nico y yo nos pedimos fiesta el viernes, Merche y Alberto llegaron a media mañana, y el día más primaveral que de invierno los estaba esperando con los brazos abiertos junto a nosotros.

Cuando nos encontramos fue como si el tiempo no hubiera pasado, nos habíamos visto en diciembre. Fuimos a dejar las maletas a casa y nos fuimos a comer, nuestro fin de semana culinario acababa de empezar.

Teníamos reserva para comer en un restaurante típico de la zona, a veinte quilometros de Gerona fuimos a un sitio donde en esta época lo ma típico son los calçots ( para los que no seáis de la zona, son una especie de cebollas que se comen a la brasa con una salsa, están irresistibles)

Nuestros amigos no los habían probado nunca, por lo que cuando los probaron se quedaron sorprendidos con el sabor y con la salsa que los acompañaba.

No puedo describir sus caras porque creo que no hay palabras, pero quedaron encantados con la comida y con el sitio.

Cuando acabamos paseamos cerca del río, el dia primaveral era genial, luego nos fuimos al centro de Gerona a pasear, callejeamos por el el casco viejo y luego nos tomamos un Gin tónic en una terraza, no se estaba nada mal y más que mediados de febrero parecía que estábamos en primavera.

Para cenar hicimos la cena en casa, tortilla de patatas, pan con tomate y poco más.

El sábado nos levantamos a primera hora, yo preparé el desayuno, me encanta cuando tengo invitados preparar el desayuno, zumo con naranja, tostadas, embutido, pan con tomate......

Salimos a pasear a un parque cercano y antes de ir a comer nos cambiamos para ir a comer, habíamos quedado en la puerta del restaurante a las dos.

Cuando entramos, lo primero que hicieron fue enseñarnos la cocina, nos explicaron el funcionamiento y pudimos saludar a los cocineros y verlos en acción, aún no habíamos empezado a comer y ya estábamos sorprendidos

La verdad es que nos sentamos en la mesa, nos presentaron la carta y elegimos los platos, los entrantes eran una delicia para los sentidos y la vista, el vino que acompañó los platos era el correcto y el equilibrado.

A medida que fue avanzando la comida podía ver la cara de emoción de mis amigos, cuando uno va por primera vez a un restaurante de esta envergadura lo vive como un niño con juguetes nuevos.

Mis amigos grandes aficionados a la gastronomía valoraron gratamente la comida y la compañía lo pude ver en cada una de sus expresiones y sus palabras.

Helado de aceituna verde con tempura de aceituna negra

Los seis platos que compusieron el menú fueron equilibrados y completos:

Cómete el mundo (consta de una bola con varios aperitivos de distintos sitios de este nuestro planeta, toques, orientales, coreanos, turcos...)

El segundo aperitivo era memoria de un bar, bocata de calamares,riñones al jerez, bombón coral 

El siguiente era parpatana de atún con jengibre

 

Corte de remolacha, trufa y boletus

Calçot con ceniza de sésamo negro y romesco oscuro 

Gamba marinada con vinagre de arroz sus patas crujientes y algas

Habas a la catalana

Pescado de mercado al vapor relleno de algas con un "suquet" ligero

Anguila xapada del Delta de l'Ebre con espuma de pimienta ajo, anguila a la brasa, sofrito de patata seca 

Soufle de trufa con un dado de ternera 

Secuencia de liebre

Manzana caramelizada

Postres làcteos

El vino fue elección de nuestra amiga, que es una entendida del tema y fue ella la que escogió y creo que lo hizo muy bien 

luego nos trasladamos a tomar el café en la terraza 

La verdad es que no me puedo quejar del fin de semana, pase un buen rato con mis amigos, compartir tiempo de risas y palabras y haciendo planes para quedar en diciembre para vernos, la distancia que nos separa no es un problema entre nosotros lo sabemos por lo que siempre que quedamos exprimimos los buenos momentos hasta el último minuto, puedo decir que este fin de semana quedará en nuestra memoria por mucho tiempo y nosotros felices de haber compartido esta experiencia con ellos.