PUERTAS ABIERTAS A LA SAGRADA FAMILIA

Hace seis años cuando aterrizada de Nueva York, me di cuenta que habían hecho puertas abiertas a la Sagrada Familia, llegamos tarde, por lo que nos dimos cuenta que para apuntarse a las listas del sorteo se tenía que hacer unos días antes y si eras uno de pos afortunados podías ir uno de los tres días a ver la Sagrada familia, los siguientes años siempre nos pilló de vacaciones, pero este año mis vacaciones, ayyy vacaciones como os hecho de menos, pasaron a mejor vida en agosto por lo que estuve atenta al sorteo, después de seis años, este tenía que ser mi año, ingenua de mi!!! eso debieron pensar los miles de personas que se apuntaron al sorteo...

Durante semanas estuve atenta a las redes sociales y llegado el día me apunté, rellené los datos con mi nombre y con el de Nico.

Como acostumbro a ser un poco gafe esa semana Nico se fue a Italia, y un día de buena mañana me mandó un mensaje todo emocionado diciendo que le habían tocado cuatro entradas para ir a ver la Sagrada Familia. Mi respuesta no se hizo esperar y fue bastante contundente: A ver alma de cántaro que para ir a la visita tienes que estar aquí!!! has caído en eso!!!! sí claro vuelvo el miércoles por la tarde. Que ingenuo el trabajo de complicó y llegó a casa la madrugada del viernes, pero por suerte pudimos, Nico me pregunto si me molestaba ir con un compañero suyo de trabajo y su pareja, la verdad es que dije una pequeña mentirijilla por que le dije que no me importaba cuando lo que menos me apetecía era pasar una tarde con unos desconocidos en la Sagrada Familia .Con mi mejor cara en la hora establecida y con la cartilla leída (Porque Nico es muy políticamente correcto y yo muy poco, me dijo algunos de los tema prohibidos por ejemplo mi extraño punto de vista que el cambio automático es para la gente que no le gusta conducir/ para gente mayor etc)

y otros temas que pueden abrir alguna discusión sin fin por lo que después de las presentaciones decidí estar un poco callada hasta que llegamos al primer semáforo y el compañero de Nico saco la cabeza por la ventana y le dijo de todo a otro conductor porque no le cedió el paso, allí mi cara se quedó patidifusa y pude prever que la noche seria muy amena. Llegamos a la Sagrada familia con media hora de antelación, resulta que el compañero de Nico es un amante de la obra y vida de Gaudí por lo que se conocía cada uno de sus rincones e historias, cosa que nos vino muy bien.

Entramos y nos hicimos un selfie de grupo, en la puerta principal, y luego ya entramos, la verdad es que cuando entré me quede sorprendida, es verdad que a las siete de la tarde la luz estaba bajando y la iglesia empezaba a estar iluminada con luz artificial, pero el juego de colores que pudimos percibir, fue un baile de colores para nuestra vista, tengo que confesar que me encantó, el techo, las luces, los vitrales de colores se reflejaban en las paredes y los suelos, cuando vi lo que había  a mi alrededor casi se me caen las lagrimas de emoción, era tan bonito lo que tenía delante, levante mi cabeza y era algo digo de observar, una sola pregunta no dejaba de retumbar en mi mente, como podía ser que una persona hubiera ideado este templo, cien años atrás sin la tecnología actual. Admire cada uno de sus rincones y realmente disfrute de la visita también visitamos el museo y una clase de la antigua escuela donde iban los hijos de los trabajadores y los niños del barrio de aquella época quedé sorprendida por las explicaciones y salí de allí admirando todavía más la obra de Gaudí. Cuando salimos de la visita, salimos de Barcelona y volvimos a Gerona donde cenamos, pero el fin de semana no hacía más que empezar, yo el sábado me fui de fin de semana con unas amigas de camping!!! pero esto ya es otra historia