LA PENÚLTIMA ESCAPADA DEL AÑO

Estamos a las puertas de las fiestas de Navidad, para ello tenemos delante el puente de diciembre, este año a caído de aquella forma, e irá empeorando durante los próximos años.

Este año como no sabia si podríamos ir muy lejos y Nico estaba de viaje, pues decidimos ir a Madrid, este año todavía no habíamos ido, nuestros amigos habían venido por Semana Santa pero no habíamos tenido oportunidad de escaparnos hasta ahora.

Solamente teníamos un "pequeño problema" Nico estaba de viaje y tenía su llegada el mismo día seis a las doce del medio día por lo que hasta último momento no tuvimos claro que nos pudiéramos ir o que él fuera a llegar.

Mi prima Ada esta vez se apuntó a a la escapada (este verano se fue a estudiar ingles a Malta, aunque dudo que su inglés sea un poco mejor, creo que volvió con una agenda de amistades bastante llena y algunas de ellas están en Madrid por lo que vio el cielo abierto y se apuntó a la escapada)

Cuando tuvimos claro que Nico llegaba lo fuimos a recoger al aeropuerto de Barcelona, como la discreción no es nuestro segundo nombre le hicimos una pequeña pancarta de bienvenida, yo creo que cuando la vio estuvo a punto de darse media vuelta y volverse a Canada !!!

Junto con Nico y su jetlag nos fuimos hacia Madrid, donde aparecimos seis horas después, esta vez utilizamos un apartamento de airbnb y os puedo confirmar que no será la última vez puesto que nos ha ido genial, calidad, precio y contacto con la propietaria, nos ha ido genial.

Dejamos las cosas en el apartamento y nos dirigimos al centro, nos dimos una vuelta por Sol, Plaza Mayor, Gran via, lo que viene siendo todo lo más concurrido por estas fechas y luego nos fuimos a cenar al Mercado de San Miguel, todo un clásico pero seguro que aciertas.

Ada había queda con sus amigas y Nico y yo nos fuimos a la Cava Baja a tomar la penúltima, luego ya nos volvimos al apartamento , ya era tarde y Nico tenía mucho jetlag.

Al día siguiente pro la mañana desayunamos y nos fuimos a visitar el Reina Sofia, yo tenía muchas ganas y Nico estaba bastante recuperado, Ada nos acompañó, estuvimos viendo un poco de arte, por lo poco entendidos que somos y luego nos fuimos a pasear al retiro, Ada no había estado nunca, luego ya nos fuimos a comer al Mercado de San Antón , lleno hasta la bandera pero creo que valió la pena.

Después fuimos a Gran via a pasearnos por las tiendas y al templo de Kedob a ver la puesta de sol, después nos fuimos a dejar las compras al apartamento, porque es imposible entrar en Primark y no comprarse nada...

Por la noche mi prima se fue de cena y de fiesta con sus amigas, llego a casa a las siete de la mañana, (juventud divino tesoro) y nosotros quedamos con nuestros amigos para ir a cenar por la zona de la Plaza de Santa Ana, allí nos comimos unas tapas muy buenas, cuando me acuerdo de ellas me caen las lagrimas.

luego en la misma plaza de Santa Ana hay una cervecería que hacen su propia cerveza, y allí que nos fuimos, estuvimos hablando y nos dieron las uvas.

Por la mañana nos fuimos a desayunar a San Gines, es imposible ir a Madrid y no pasarse por allí y menos teniendo en cuenta lo que me gusta a mi leer, pensar que entre esas mesas se escribió una obra literaria.

Sobre las doce habíamos quedado con nuestros amigos en la zona de la latina, nos dimos un paseo por allí hasta hacer tiempo para ir a comer, esta vez teníamos mesa para ir a comer a la Posada de la Villa, tenían mesa para comer Cocido Madrileño, la verdad es que nosotros no lo habíamos probado nunca.

El lugar solamente de entrar olía a leña y a asado, entraban unas ganas terribles de pedir toda la carta, pero nosotros teníamos reservado el cocido por lo que no pedimos nada más.

Empezaron con la sopa, una de las mejores que he probado en mi vida, y ya tiene medito que lo diga yo, ya que a mi la sopa me gusta más bien poco, pero esta me encantó, luego nos trajeron lo que viene siendo el cocido.

La carne, con la patata, el repollo, el chorizo, la morcilla, el pollo etc, cuando vi todo lo que nos estaban trayendo casi me caigo de culos al suelo, cuanta comida por favor!!! Estaba todo muy bueno aunque contundente, creo que es la primera vez que quedamos y no podemos comer postres, pasamos directamente a los cafés.

Para hacer bajar la comida nos fuimos a pasear y luego nos sentamos en una terraza a tomar un gintonic, estuvimos hablando y nos pasaron las horas volando, luego nos fuimos a ver las luces de navidad.

No hacía mucho frío por lo que nos paseamos por el centro hasta que nos cansamos de tanta gente, nuestros amigos nos llevaron a un garito donde se tenía que bajar unas escaleras y era todo extremadamente pequeño, el sitio especialista en jazz por lo que nos pasamos la noche escuchando música en directo.

Cuando nos quisimos dar cuenta ya era hora de despedirnos, una vez más nos habían pasado las horas volando, y una vez más nos teníamos que despedir no sin la promesa de volvernos a ver en febrero, el próximo año celebraremos mi cumpleaños con ellos