El viernes pasado quedé con Beatriz para ir a la
playa, como el viernes por la tarde tiene fiesta aprovechamos la ola de calor
que está pegando fuerte de hecho llevamos tres semanas sin tregua o sea que lo
que más me apetecía era pasar una tarde con Beatriz en la playa tomando el sol
y refrescarnos un poco o sea que a las tres la fui a recoger al trabajo aun y
con el tiempo justo llegué puntualmente a la cita , antes de ir a la playa nos
fuimos a comer a una hamburguesería cerca del centro.
Cuando llegamos la primera sorpresa fue que uno de los
camareros es un amigo de mi hermano, me quedé muerta hacía más de cinco años
que no lo había visto!!! Rápidamente nos pusimos al día.
A media comida me giré y cuál fue mi sorpresa cuando
vi que a la mesa de al lado estaba una antigua compañera de clase, María, una
chica menuda con gafa muy mona y siempre conjuntada hija única una excelente
estudiante muy discreta y casi perfecta.
Luego con el paso de los años nuestra casi amiga
perfecta creció y no fue tan perfecta, dejó los estudios a medias se fugó de
casa con un señor mayor que su padre y tuvieron un hijo o sea igualito
que los cuentos de princesas y príncipes.
Lo último que sabíamos de María era que se había
divorciado por eso cuando la vimos comer con sus padres, su hijo y su supuesta mente ex pareja nos sorprendió. Pero lo que más nos sorprendió fue el
cambio que ha hecho esta chica al largo del tiempo, ella parecía más envejecida
que su madre, el atuendo desaliñado y poco quedaba de aquella niña tan pequeña
y frágil que nos había acompañado a lo largo de los cursos escolares.
En cuanto a él, no se puede decir mucho, y el padre
estaba de toma pan y moja, los años lo habían tratado bien en cambio la pareja
aparentaba quince años más.
Tanto Beatriz como yo nos quedamos un poco impactadas
y seguro que mentalmente dimos gracias a dios por mantenernos igual de bien que
antaño.
Es verdad nunca hemos tenido una gran figura, ni hemos
sido esculturales pero con los años estamos igual con los mismos quilos, esos
no se van ni que los mate, y con la misma cara, bueno quizás alguna
arruga, pero nos mantenemos bien,
nosotras seguimos a nuestro royo y cuando acabamos nos fuimos a la playa el día
había cambiado y había dejado paso a unas nubes negras con amenaza de lluvia
pero nosotras fuimos igual, estuvimos frescas y contentas de pasar una tarde
juntas.
Aún estoy dándole vueltas al hecho de haber visto a
María y el hecho que actualmente seamos
dos desconocidas, tiempo atrás, cuando eras adolescente e inseparable hasta que
ella decidió hacer un cambio radical en su vida y le perdí la pista.
La adolescencia es una etapa muy complicada, tus
compañeros supuesta mente mejores amigos en algunos momentos pueden ser muy
crueles, nuestro cuerpo no es nuestro, esta cambiado por momentos, las hormonas
van a ritmo de los Dire Straits o sea que no somos nosotros somos marionetas de
nuestras hormonas pero siempre hay algún buen recuerdo que se cuela entre
examen, bronca con los padres por la hora de vuelta a casa, peleas por las
notas, decidir tu futuro. si hago un repaso mental de aquella época las pocas
cosas buenas que habían eran las amigas que hacían frente común en las batallas
diarias contra todo aquel que se ponía por delante nos entendíamos con miradas teníamos nuestros códigos y ahora veinte años después
una de mis antiguas mejores amigas es una auténtica desconocida que cuando me ve se
hace la sueca y no me dice nada. Cuando somos pequeños pasamos horas soñando
que haremos cuando seamos mayores, haciendo conjeturas de como seremos o a donde
llegaremos yo recuerdo que quería ser corresponsal de guerra y viajar por todo
el mundo narrando las noticias, y resulta que acabé de administrativa y en el paro viajando
en vacaciones y deseando tener una máquina del tiempo para poder cambiar
algunas cosas , ahora a mis casi cuarenta primaveras soy yo misma y he
encontrado el equilibrio siento haber dejado en el camino mis sueños laborales
y haber perdido algunas amistades.
Aunque conservo otras que creo que no voy a perder
nunca…
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Gracias por comentar esta entrada! muxus