VUELTA A CASA

Esta semana hemos ido a Paris, después de los preparativos, llegó el día, han sido cuatro días muy intensos, el primer día cuando llegamos nos recibió nuestra amiga la lluvia tengo que decir que estos días el clima ha estado del revés, el hotel no estaba nada mal, cerca de la estación y bien comunicado. El primer día fuimos a la plaza de les Vosgues, visitamos los alrededores y vimos la casa de Victor Hugo, caminamos un poco y fuimos a dormir pronto pues el cansancio hacia mella en nosotros no sin antes cenar en el típico bistrot , la cena me encantó.
Al día siguiente nos levantamos de buena mañana y nos paseamos por los Champs Elises, llegamos al Arco del Triunfo cuando acabamos nos acercamos a la Torre Eiffel tengo que decir que me gusto y sus alrededores también, que obra más bonita, tanto tiempo soñando con ir a esta ciudad y me está enamorando,  también nos acercamos  a la tumba de Napoleón y al molín rouge, visitamos diferentes puntos de la ciudad y acabamos en Notre Dame, cuando entro me quedo petrificada, impresionada, sin palabras, que cosa más bonita, me tomo mi tiempo para ver las ventanas, el altar mayor , la iglesia en general…
Cuando salimos nos acercamos a la Torre Eiffel ver anochecer es impresionante, los colores del Alba se mezclan con la torre y es un juego de colores para la vista.
Decidimos subirnos a un barco, desde el primer momento creemos que es un acierto para ver la ciudad des de otra perspectiva,  el problema se presenta cuando en la casa del salvavidas (que en teoría no se puede sentar nadie, a un lado se sientan unos árabes, y al otro unos indios.) o sea que todo el barco tendrá que utilizar el photoshop para borrar a los intrusos que se han puesto delante.
Yo por otro lado aunque sé los árabes no son muy amigos de las cámaras fotográficas, yo por mi parte me explayé a fondo haciendo fotos, sus caras raras lo decían todo, pero si no les gustaba haberse cambiado de sitio!!! Que todos lo hubiéramos agradecido)
Una hora después dos cambios de metro y caminar un rato llegamos al hotel, a la una de la noche, a punto para ducharme e irnos a dormir, yo personalmente no se sentía las piernas.
Al día siguiente lo primero que hicimos fue ir a visitar el Louvre, la verdad es que me impresionó bastante la cantidad de gente que había en el museo cuando entramos, yo al estar en el paro por el módico precio de free, fuimos directamente a ver a la Gioconda.
Yo tenía un especial interés, no entiendo un carajo en arte, pero esta pintura siempre me ha fascinado, por lo que fui directamente a verla, y tengo que decir que no me decepcionó y el resto del museo que visitamos tampoco.
Luego fuimos a la torre montparnasse las vistas eran impresionantes, y el día estaba soleado por lo que vimos Paris desde todos los puntos posibles, cuando acabamos nos acercamos al Sena y paseamos por sus lados, también una vez más hicimos mil fotos a todo lo que encontrábamos a nuestro paso, el día pasó volando y encontramos un restaurante muy interesante para cenar, a esas horas yo ya no me notaba los pies, por lo que después de cenar nos retiramos al hotel.
El último día paso como un suspiro, por la mañana nos acercamos al centro y estuvimos paseando por las callejuelas y viendo tiendecillas, y haciendo las últimas compras. Llegada la hora comimos en un restaurante bastante cuco y luego nos fuimos a recoger las maletas y nos fuimos a la estación, la primera sorpresa fue ver que había vaga de taxis, Paris colapsado por el transporte.
Cuando fuimos a entrar a la estación llegó la siguiente sorpresa, la policía estaba precintando las entradas, por suerte pudimos entrar por una puerta lateral pero nuestra sorpresa y susto fue ver la estación tomada por la policía pero dentro la normalidad llegada la hora pudimos subir al tren.
El momento de volver había llegado, cuantos buenos momentos me llevo en mi maleta y me quedo con ganas de volver y visitar mil cosas que me faltan, No estoy contenta, estoy encantada, Paris es una ciudad encantadora y espero volver con más tiempo.
La vuelta en el Ave para variar fue accidentada, un pequeño problema con un viajero hizo que el tren estuviese parado veinte minutos en una estación, al final llegamos media hora tarde a nuestro destino pero más contentos que nadie.


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